El volcán que desapareció un sacerdote - Volcán Lacandón en Guatemala - Turismo
El volcán Lacandón se encuentra a 231 kilómetros de la ciudad de Guatemala (unas 5 horas en vehículo aproximadamente), en el municipio de San Juan Ostuncalco, en el departamento de Quetzaltenango.
Es del tipo estratovolcán y se encuentra extinto. Su punto más alto alcanza los 2,748 metros sobre el nivel del mar. Se desconoce el origen de su nombre, aunque algunos creen que Lacandón significa "Piedra Grande". Algunas fuentes no lo reconocen como volcán, sino como formaciones erosivas de rocas volcánicas más antiguas.
Gran parte del volcán esta rodeado por una una densa selva subtropical húmeda, la cual dificulta la vista del paisaje desde su cumbre. En sus faldas se pueden observar cultivos como frijol, maíz, café, aguacate, papa y hojas de maxán.
Las hojas de maxán se utilizan principalmente para envolver los famosos y deliciosos tamales, así como otros productos tradicionales de la gastronomía guatemalteca.
El ascenso a este coloso se considera medio difícil y se realiza en un tiempo estimado de 3 horas y 30 minutos (esto varia según la condición física de cada persona) y se inicia desde la aldea el Rincón. Para evitar inconvenientes, previo debe solicitarse permiso a los lideres de la aldea y deberá ser acompañado por un guía local con experiencia. El descenso se realiza en dos horas y media.
Durante la caminata de ascenso uno de los guías locales nos contó la leyenda que resguarda el volcán Lacandón y es que contaban sus antepasados que toda persona que intentaba cruzarlo se perdía o desaparecía. El caso más conocido y relatado es el de un sacerdote que intento atravesar el volcán montado en su burro para realizar un retiro espiritual, pero el volcán inmediatamente lo hizo desaparecer y nadie supo más de él. Desde ese
entonces los pobladores empezaron a llamarle Pale Wutz que significa "Cerro del sacerdote", algunos creían que el volcán tenía vida y por eso causaba las repentinas desapariciones.
Prestando atención a la geología del lugar, creo que en hace miles de años, este era un volcán de gran tamaño, pero como suele suceder con algunos edificios volcánicos, en algún momento pierden estabilidad y se desploman, dejando en pie únicamente sus faldas en formas de montañas y un vacío en su interior (donde actualmente se encuentra asentada la aldea el Rincón), los cuales fueron moldeados durante miles de años hasta dejar el paisaje que hoy podemos apreciar.
Antes de aventurarme a un volcán intento conocer un poco de su historia y lo que representa en la actualidad, porque hace que cada paso sea interesante y se convierta en un viaje al pasado. Los volcanes merecen respeto ya que son sabios maestros, que siempre tienen algo que mostrar y algo que enseñar, solo es necesario mostrar una mente abierta y la mejor disposición.
Explora este lugar en el siguiente vídeo de mi canal de Youtube
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